martes, 5 de enero de 2010

TODO QUE PERDER


¿Y si de pronto llueve, como a veces sucede?

¿Y si pasa noviembre sin tus ojos?

¿Si cae el corazón al pozo de sus honduras crueles

y duele, nuevamente, en lo propio, la sangre?


Armando Tejada Gómez,

“Clave para los lunes”.


A veces me agarra ese miedo paralizador, ese terror que hace que todo pierda gran parte de su sentido. Pasa a veces que me entra ese pánico de que todo se torne un tanto gris y que se me vaya noviembre sin tus ojos.


Tantas veces me he perdido y he desconocido el camino, que temo algún día desconocer del todo el sendero y ya no poder volver. Porque me sigo perdiendo. Porque sigo desviando la mirada, aunque me proponga no hacerlo. Porque sigo perdiendo el norte aunque mejore la brújula.


Pero si pierdo esto, si te pierdo, si cae el corazón al pozo de sus honduras crueles, y por mi torpeza y descuido pongo en riesgo tus ojos, pongo en riesgo el tesoro más grande del corazón, quizás no quede más remedio que sentarse a contemplar la lluvia que arrastra y devasta. Si pongo en riesgo lo más valioso que tengo. Si juego con el tesoro más grande. Si lo apuesto, o si lo cambio por unas monedas o por un poco de cualquier cosa, me quedo sin nada; me quedo vacío.


Si es necesario que ocurra, entonces que llueva, como a veces sucede. Que caiga el corazón al pozo de sus honduras crueles, si así es mejor. Que duela, una y mil veces, en lo propio, la sangre. Pero que no se me pase noviembre sin tus ojos. Que no se me pase la vida sin gastarla. Que no mezquine lo que me fue dado para entregarlo.


Gerardo Gimenez Ponce

No hay comentarios:

Publicar un comentario